Trabajo Practico Nº2 (Williams y Nielsen)
Respuestas:
1) Los sistemas políticos preincaicos tenían dos
características generales:
- La primera se refiere a un modo de integración política en donde la distribución de las capacidades de decisión sobre asuntos de interés colectivo entre los integrantes de una unidad política discreta se encontrarían dispersas entre muchos o todos los miembros de la colectividad (descentralización).
- La segunda hace referencia a la apropiación de recursos de forma corporativa, es decir, los recursos se encuentran en poder de grupos, pudiendo usufructuarlos los individuos sólo en virtud de su pertenencia a determinadas colectividades.
Las formas de gobierno descentralizado y de apropiación corporativa
se corresponde a una estructura segmentaria, caracterizada por la
yuxtaposición de unidades semejantes que retienen su identidad y
autonomía relativa, aunque subordinándose a una estructura política
mayor. En el caso andino, esas unidades eran los ayllus, que
se agrupaban formando niveles de gestión crecientemente inclusivos
(ayllusmenores, mayores, mitades, grupos étnicos,
confederaciones) cada uno de ellos a cargo de autoridades o curacas,
acompañados a menudo por "segundas personas", cuyas
atribuciones abarcaban desde el cogobierno hasta el reemplazo o
sucesión. Al menos en los niveles superiores de la estructura, estas
autoridades eran provistas exclusivamente por ciertos ayllu o "casas
principales".
- Los curacas eran responsables de las funciones de gobierno y el culto a las huacas por tanto percibía servicios, transformando de este modo sus privilegios políticos en formas excepcionales de apropiación del trabajo comunitario. A pesar de estas desigualdades estructurales, cada "parcialidad" retenía el control sobre los medios de producción básicos (la tierra y la fuerza de trabajo), el derecho a nombrar o fiscalizar las autoridades locales y la devoción a sus huacas. Se combinaban de este modo instituciones de gobierno centralizadas-jerárquicas con otras descentralizadas.
- La identidad de los ayllus se fundaba en dos lógicas indisolublemente unidas: una territorial, otra de parentesco. De acuerdo a la primera de ellas, los miembros del ayllu eran personas que administraban corporativamente la tierra y otros recursos estratégicos asociados a ella, como el agua o las pasturas. Según la lógica del parentesco, eran descendientes de antepasados comunes, reales o míticos, que se consideraban propietarios últimos de la tierra y fuentes de toda autoridad. la memoria de los antepasados actuaba como sustento ideológico de la identidad, autonomía y autarquía relativas de cada ayllu dentro de la estructura política mayor y también operaba como justificación de las jerarquías políticas. El derecho de cada linaje o ayllu a proveer las autoridades y a percibir los tributos correspondientes se relacionaba con la posición que ocupaba su ancestro fundador en una jerarquía que abarcaba no sólo a los antepasados, sino a otras huacas o entidades sobrenaturales, cuyas relaciones también se entendían de acuerdo a la lógica del parentesco, como una cadena de descendencia entre deidades.
2) La
economía estatal inka se construyó sobre una serie de instituciones
pre-existentes, utilizando la ideología de la reciprocidad y
redistribución local como una forma de legitimar y contrarrestar los
efectos de la nueva economía. Al conquistar una región los inkas se
apropiaron de los derechos a todos los recursos que fueron divididos
en los del estado, la religión y las poblaciones dominadas
En los Andes del
sur, los Inkas coordinaron cinco políticas en su gobierno: 1) la
instalación de fortalezas a lo largo de sus fronteras y de la red
vial para mantener la seguridad; 2) la instalación de centros
estatales a lo largo del camino principal y vías secundarias; 3) la
intensificación de la producción agropastoril a partir del
desarrollo de recursos separados de aquellos de las de las sociedades
nativas; 4) la intensificación de la producción minera y 5) el
reclamo del paisaje sagrado a través de la
construcción de santuarios (construidos en zonas que no eran
habitadas normalmente por las poblaciones dominadas, zonas que
elegían los inkas por parecerse mas a Cuzco) en más de 50
elevaciones que superan los 5.000 m snm.
El uso coordinado de
estas políticas sugiere que los Inkas utilizaron sofisticadas
estrategias para gobernar el sur del Imperio, uniendo control
militar, reclamo ideológico, hospitalidad ceremonial, reubicación
demográfica, tratamiento preferencial de algunos grupos étnicos e
intensificación minera y agropastoril. En algunos casos, mientras
estas políticas se aplicaron sistemáticamente, los Inkas tomaron en
cuenta las variaciones locales en la organización social, los
recursos y la historia de las relaciones políticas preexistentes.
Pero como toda dominación, la inka trajo cambios en el uso y el
significado de los espacios públicos, domésticos y ceremoniales de
las sociedades locales.
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